Durante el ritual conocido como "Funeral Celeste" el rogyapa o sacerdote se desnuda el cuerpo, se rasura el pelo y descuartiza el cadáver frente a sus familiares con un cuchillo. Una vez separados los huesos de la carne, se machaca el cráneo con un martillo y se mezclan con harina, dejando sus restos sobre una piedra donde son devorados por los buitres. Solo cuando las aves terminan de comer, se considera que su alma ha ascendido a los cielos.
La creencia budista dice que el cuerpo es solo un vehículo para transportar la vida; cuando el individuo muere, como última muestra de caridad su cuerpo debe servir de alimento a los buitres sagrados. No en vano el buitre es considerado por los sacerdotes un ave muy budista: no mata a otros seres y acepta lo que le viene, el curso natural de las cosas.
El monasterio de Drigung Til recibe unos diez cuerpos al día. El ritual se practica allí desde hace siglos. "Acabo agotado todos los días" – dice Celha Qoisang, el sacerdote encargado de los rituales. El hombre ha descuartizado una docena de cadáveres cada día desde hace 15 años.
"Una de las cosas más terribles que le pueden suceder a un muerto – explica Qoisang – es que los buitres no se lo coman". Porque aquí arriba, en las llanuras de Litang, el hecho de que los carroñeros no arranquen hasta el último jirón de tu carne se considera un mal presagio.
2 Kommentare:
Muy interesante lo del rito, jamás habría pensado que algo así sucediera actualmente, Y bien por las labels. Saludos
ah ah ah..! mui interezant laz cozaz ke tienz en tu blog ..!
io tngo un blog tambien es una pagina ke cree para mi club de atletizmo..wno ezpro ke veaz mis blogs bye..bye..
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