Freitag, Dezember 15, 2006

Leyes de Murphy

Todos hemos escuchado hablar de estas leyes, y aunque no concuerdo con todas ellas, son interesantes. Muchas "leyes" del estilo se desprenden de ésta, inclusive cada uno puede inventar las propias. A continuación les pongo un poco de la historia, obtenida de Wikipedia, y unas leyes que se han ido recopilando y que han sido aportadas por gente comun y corriente.


La Ley Fundamental de Murphy es un adagio popular en la cultura occidental, que a grandes rasgos dice que «si algo tiene la posibilidad de salir mal, saldrá mal». La ley fue nombrada por Edward A. Murphy, Jr., un ingeniero de desarrollo que trabajó por un breve período en experimentos con cohetes sobre rieles hechos por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en 1949.
Las pruebas iniciales usaban un muñeco humanoide, atado a una silla en el trineo, pero las pruebas siguientes fueron hechas por John Paul Stapp, capitán en ese entonces. Durante las pruebas se cuestionó la precisión de la instrumentación utilizada para medir las fuerzas G que el capitán Stapp experimentaba. Edward Murphy propuso utilizar medidores electrónicos de esfuerzo sujetos al arnés del Capitán Stapp para medir la fuerza ejercida sobre ellos por la rápida desaceleración. El asistente de Murphy cableó el arnés y se hizo una primera prueba usando un chimpancé.

Sin embargo, los sensores dieron una lectura de cero; se vio entonces que habían sido instalados incorrectamente, cada sensor cableado al revés. En este momento Murphy hizo su enunciado. Según George Nichols, otro ingeniero que estaba presente, Murphy, frustrado, le echó la culpa a su asistente, diciendo «Si esa persona tiene una forma de cometer un error, lo hará». La versión de Nichols es que la «Ley de Murphy» salió en una conversación entre otros miembros del equipo; fue luego condensada a «Si puede ocurrir, ocurrirá» y llamada la ley de Murphy de forma socarrona por lo que Nichols percibía como arrogancia de parte de Murphy. Otros, incluyendo a Robert Murphy, el hijo de Edward, niegan la versión de Nichols, y sostienen que la frase se originó por parte de Edward Murphy. De acuerdo a Robert Murphy, la frase de su padre fue algo así como «Si hay más de una forma de hacer un trabajo y una de ellas culminará en desastre, alguien lo hará de esa manera».


Si algo puede salir mal, saldrá mal.

No hay límite a lo mal que pueden salir las cosas.

Todo sale mal simultáneamente.

Todo lo malo se repite.

Nada es tan fácil como parece.

Nunca pienses que ya no podrás caer más bajo.

En todo hogar, las plantas más feas sobreviven al resto.

A dos talentos iguales, el extranjero es el más apreciado.

Los antivirus causan más problemas que los propios virus.

No hay situación que no pueda empeorar.

Cuando te acuestes tendrás más problemas de los que tenías al levantarte.

Si fue malo volverá.

Si es malo, permanecerá.

La solución que has pensado creará más problemas.

Si puede romperse, se caerá.

Todo puede complicarse más de lo que puedas creer.

Si ha sido difícil de desembalar, será imposible volverlo a embalar.

Siempre habrá alguien presente cuando cometas un error.

Los aparcamientos aparecen cuando ya no los necesitas.

Nunca sale nada como habías planeado.

Nadie está cuando lo necesitas.

Duda y acertarás.

Cualquier cosa que añadas a una comida para sorprender a tus invitados, la estropeará irreversiblemente.

Cuando encuentres algo que hacía tiempo que habías perdido, perderás otra cosa de inmediato.

Si puedes llegar a la pieza estropeada, no tendrás la herramienta para desmontarla.

Si compras, los precios habrán subido recientemente. Si vendes, los precios habrán bajado recientemente.

Cada reparación crea nuevas averías.

La ayuda de Windows nunca te ayudará.

Si lo financias, da el dinero por perdido.

Si dejas que las cosas vaya a su aire, irán mal. Si intervienes, irán peor.

Si tienes que hacer trasbordo en un vuelo, el primer avión llevará retraso y el segundo será perfectamente puntual.

Cuando encuentres la solución, el problema ya no existirá.

Lo normal es preverlo todo excepto lo que ocurrirá.

Si falta una página, adivina dónde estará la información que necesitas.

No importa lo que salga mal, siempre encontrarás quien, después, te diga que sabía como evitarlo.

Los problemas nacen, crecen, se multiplican y permanecen.

Basta desear firmemente que algo no ocurra para que acabe ocurriendo.

Todos los objetos inanimados pueden moverse lo necesario para fastidiarte.

Todos te habrían ayudado antes de que hubieras terminado el trabajo.

Si en tu vida aparecen 3 oportunidades, lo harán simultáneamente.

De entre las 3 oportunidades, escogerás la peor.

Si las 3 oportunidades eran buenas, las dejarás escapar.

Los tiempos favorables son breves.

No importa la capacidad del disco duro; la información se expandirá hasta llenarlo por completo.

No hay tráfico, a menos que tengas que girar a la izquierda.

Es más fácil entrar que salirse de cualquier cosa.

Los que viven más cerca son los últimos en llegar.

La urgencia es inversamente proporcional a la importancia.

Si tienes papel, no tendrás bolígrafo, si tienes bolígrafo, no tendrás papel; y si tienes papel y bolígrafo, no necesitarás escribir nada.

Cuando tienes prisa, el semáforo siempre esta en rojo.

Si se te cae una chincheta al suelo, no pierdas el tiempo en buscarla, porque no la encontrarás. Simplemente descálzate un pie y pisa con fuerza, al azar, cualquier punto de la habitación, no importa lo grande que sea. La encontrarás al instante.

Cuando más tiempo lleves en una cola, más probabilidades hay de que te hayas equivocado de ventanilla.

Cualquier cosa cortada a medida siempre queda corta.

Siempre que buscas una cosa, la encuentras en el último lugar que miras, en el mejor de los casos.

Si se cambia de cola, la que acabas de dejar avanzará más rápido.

No importa lo profundo o superficial que caves un agujero: siempre al rellenarlo habrá más tierra de la que sacaste.

Si quieres que algo te salga bien, no se lo digas a nadie.

Es inútil hacer un aparato a prueba de tontos, siempre existe un tonto capaz de saltarse cualquier protección.

Si encuentras algo que habías perdido hace tiempo, perderás otra cosa.

El cliente que paga menos es el que más se queja.

Nunca se hace nada por las razones correctas.